El factor de crecimiento autólogo se obtiene de forma similar a una analítica normal. Hay que extraer 15 cc de sangre y luego se coloca en una máquina (centrifugadora) que se encarga de separar la sangre en varias partes. Una de ellas será el factor de crecimiento autólogo, que cogeremos, para con él infiltrar mediante unas agujas muy finas la zona que queramos tratar.
El plasma rico en plaquetas contiene abundantes factores de crecimiento, estas son sustancias que ayudan a que se generen nuevos vasos sanguíneos en la zona que infiltramos llegando más nutrientes a la misma y, que nos ayudan a aumentar la proliferación de células y de fibras de colágeno y elastina.
Aumenta la elasticidad, disminuye la flacidez, aumenta la luminosidad y disminuye las arrugas.
Dependerá de cada caso particular , de la edad y del grado de envejecimiento del paciente, pero la media es de 2-3 sesiones al año. Se repetirá para mantener los efectos 1 vez al año. Los resultados se observan a los 20-30 días de la sesión, sin embargo, desde los primeros días se observa mejoría, especialmente en el aumento de la luminosidad.