Este sofisticado procedimiento se basa en definir las características anatómicas del rostro de cada paciente, así como en el proceso individual de envejecimiento, por lo que el diagnóstico es crucial. En Medicina Estética Eres, dedicamos una consulta extensa para realizar el diagnóstico y explicar el plan de tratamiento a nuestros pacientes, el cual puede realizarse en una o varias sesiones dentro del primer año. La infiltración se realiza con microagujas o microcánulas, realizando pequeños pinchazos, a través de los cuales se distribuye el producto según la necesidad del paciente, minimizando el dolor y los efectos indeseables posteriores al tratamiento.
En muchas ocasiones sólo es necesaria una sesión para alcanzar el resultado deseado y sus efectos duran más de un año. El paciente puede incorporarse inmediatamente a su vida cotidiana, sin ninguna molestia ni sensación de hinchazón.
“A día de hoy, el ácido hialurónico sigue siendo el tratamiento de elección, pero el éxito del resultado reside, sin ninguna duda, en una técnica precisa, que trata el rostro completo, de forma global, muchos pequeños depósitos de ácido hialurónico, distribuidos en los Medical Codes. De esta forma logramos el equilibrio, la apariencia de un rostro que parece no haber sido tratado nunca, pero con resultados de embellecimiento y rejuvenecimiento muy sorprendentes.”, afirma la Dra. Moreno Pentinel.